El himen es una delgada membrana incompleta que rodea el orificio vulvar, el cual generalmente es desgarrado durante el primer coito. Durante la vida intrauterina las células centrales de esta membrana degeneran formando el orificio himeneal; cuando esto no ocurre se produce el himen imperforado. La presentación clínica varía desde hallazgos casuales en recién nacidas con quistes que protruyen en la vulva (mucocolpos) (Figura N° 1)
, producto de la acumulación de moco en la vagina por efecto de hormonas femeninas “prestadas” de la madre, hasta adolescentes que se quejan de cólicos todos los meses una vez iniciados los signos de desarrollo sexual, asociado a ausencia de menstruación y acumulación gradual de sangrado menstrual en vagina y útero (colpohematometra). En ellas, el examen genital evidencia una membrana delgada (himen no perforado), a través de la cual se observa la sangre acumulada, la cual puede infectarse y acumular pus en la vagina. Algunas pacientes pueden presentar retención de orina y constipación, por la presión ejercida por la colección sobre vejiga y recto.La falta oportuna de diagnóstico antes de la pubertad puede comprometer las trompas de Falopio y la fertilidad, por los efectos del drenaje de la sangre hacia la pelvis. Menos frecuentes se presentan hímenes con pequeñas aberturas que limitarán el sangrado menstrual (himen microfenestrado) (Figura N° 2).
El tratamiento recomendado es la reconstrucción quirúrgica del himen (himenoplastia) en cualquier momento previo a la menarquia (primera menstruación).
