Antes de las 24 horas, pueden lavarse los genitales y limpiar el resto del cuerpo con una toalla húmeda sin mojar los apósitos. La ducha puede diferirse hasta el momento de retirar los vendajes de la herida, 24-48 horas tras la cirugía, luego de lo cual, se lavará la herida con solución jabonosa y suero fisiológico y, se colocarán nuevos apósitos o dejará expuesta la misma de acuerdo a los criterios del cirujano tratante. Existen en el mercado telas adhesivas impermeables, las cuales evitan el contacto del agua con la herida y sus vendajes durante el baño. La mayoría de los cirujanos coinciden en que, debe evitarse el contacto prolongado del agua con la cicatriz, por lo que limitan los baños de inmersión hasta la completa cicatrización y desprendimiento de costras.