Consiste en retirar la piel del prepucio durante los primeros días de vida. A pesar de ser procedimientos frecuentes, relativamente sencillos, realizados con anestesia local, acompañados de muy escasas complicaciones; constituyen una práctica muy controvertida, ya que, implican la realización de intervenciones quirúrgicas en pacientes sanos. Dado que son procedimientos no terapéuticos, cuya decisión es inherente a los padres (motivos religiosos o culturales), el papel de los cirujanos debe ser la de árbitros neutrales, cuya función debe limitarse a explicar a aquellos, las ventajas, desventajas y posibles riesgos de la cirugía. Los beneficios médicos de la circuncisión en recién nacidos incluyen: prevención de; fimosis cicatrízales, parafimosis, balanopostitis recurrentes, así como: profilaxis de infecciones urinarias en los primeros años de vida. Durante la vida adulta, disminuyen enfermedades de transmisión sexual y enfermedades malignas del pene y próstata, y, del cuello uterino de sus parejas. En relación con los beneficios y desventajas de la circuncisión sobre el comportamiento sexual; los reportes de la literatura son casi inmensurables, la mayoría de las veces divergentes y contradictorios y, carentes de veracidad científica, en uno u otro sentido. Mientras que, algunos estudios sugieren que la circuncisión no tiene efectos adversos sobre la función sexual (función eréctil, sensibilidad, eyaculación precoz, latencia eyaculatoria, dificultades del orgasmo y dolor durante la penetración), asegurando por otro lado que, en diferentes países y culturas, las mujeres prefieren el pene circuncidado; debido a mejor apariencia, mayor higiene, menor dolor durante la penetración, mayor placer sexual y preferencia por la felación, otros estudios muestran resultados opuestos. Lejos de estas consideraciones, en la práctica clínica diaria, los motivos que impulsan a los padres a circuncidar a sus hijos son; la higiene, el deseo de que los genitales del niño sean similares a los de sus padres, hermanos mayores y otros niños circuncidados o, temores al rechazo sexual futuro. Otra indicación para la circuncisión neonatal, tal vez uno de los más frecuentes, es la incomodidad o “el temor” que produce en la madre la manipulación del prepucio del niño. La decisión de realizar la circuncisión durante los primeros días de vida tiene la ventaja de poderse realizar con anestesia local en el consultorio, a diferencia de edades mayores, en las cuales debe ser realizada bajo anestesia general en el quirófano; información ésta que, debe explicarse a los padres.