Representan los tumores vasculares más comunes de la infancia. Se presentan en aproximadamente el 4 % de los niños de piel blanca, siendo muy raros en niños de color. Hay preponderancia del sexo femenino. Tienen un comportamiento biológico bien definido de crecimiento; aparecen en el primer año de vida, se desarrollan durante 4 a 5 años, y regresan gradualmente hasta los 10 a 12 años, prácticamente sin dejar cicatriz. La mayoría (90%) son lesiones localizadas pequeñas que no comprometen estética ni funcionalmente estructuras vitales. Resaltan en grado variable sobre la piel, son de color rojo o violáceo, perfectamente delimitados y pueden presentarse en cualquier parte del cuerpo; localizaciones comunes incluyen: base de la nariz, región orbitaria, área preauricular, ángulo del maxilar y región occipital. Hemangiomas en labios, periné y región parotídea son especialmente vulnerables a la ulceración. Ulceraciones en parpados, nariz, labios y oídos pueden ser desfigurantes. Hemangiomas alrededor de los ojos pueden producir alteraciones visuales. Localizaciones gastrointestinales pueden causar sangrado digestivo. En hemangiomas profundos la piel sobre su superficie es de tono azulado; son de consistencia blanda y pueden crecer masivamente (Fig. N°1).
El diagnóstico es principalmente clínico; estudios paraclínicos son dirigidos a obtener información específica para planear el tratamiento definitivo. El 90% involucionará espontáneamente sin necesidad de tratamiento invasivo. Dada su evolución natural, además de tan diferentes localizaciones y presentaciones clínicas, no existe un esquema terapéutico definido. Fotografías en serie son útiles para documentar la regresión o progresión de la lesión. Las indicaciones para iniciar el tratamiento incluyen: lesiones que comprometen la vida, repercusión funcional (dificultad visual, auditiva, respiratoria), dolor y ulceración, compromiso estético importante, y localización vulvar y perianal. Se han empleado terapias sistémicas o locales, medicamentosas o físicas. Las indicaciones quirurgicas cada vez son más limitadas, estas incluyen; lesiones en fase de crecimiento no controlado, aquellas de fácil resección, las localizadas en vías digestivas que produzcan hemorragias o, en vías aéreas que produzcan obstrucción.
