Es una emergencia que ocurre en niños no circuncidados, cuando la abertura anterior del prepucio no es lo suficientemente elástica, de tal forma que, cuando éste es retraído en forma brusca hacia el surco coronal, queda atascado allí y forma una banda estrecha de tejido, que impide el retorno a su posición normal. La parafimosis no ocurre espontáneamente; solo se produce secundaria a manipulaciones del prepucio, raras veces por el mismo niño.
Síntomas. El niño generalmente se presenta con dolor de moderada intensidad en el pene. El glande puede lucir grande y congestionado, con un collar de prepucio inflamado alrededor del surco coronal (Figura N° 1). Un tinte rosado o color salmón del glande indica buen flujo de sangre, mientras que, su coloración negruzca traduce gangrena, aunque la misma es muy infrecuente.
Diagnóstico. Es fácilmente realizable a través del interrogatorio y el examen clínico. Con frecuencia es confundida por los padres con picaduras de insectos o infección local.
Tratamiento. La terapéutica definitiva consiste en regresar el prepucio a su posición original con maniobras manuales, realizadas por el cirujano bajo anestesia tópica o, previo bloqueo de los nervios del pene con inyección local de anestésicos, para evitar el dolor que produce la maniobra. La cirugía de urgencia es excepcional, aunque es recomendable la circuncisión como terapia definitiva, una vez que desaparezca la inflamación, para evitar nuevos episodios.
