La piel que cubre el glande (parte final y más abultada del pene) se llama prepucio. La presencia de prepucio redundante traduce que, la piel es más larga y abundante de lo normal, la cual pende flácidamente asemejando una “trompa de elefante”. Otros cirujanos definen la entidad, como; la persistencia de un exceso de piel prepucial posterior a una circuncisión, lo cual obligaría a una “revisión” o nueva cirugía para retirar la misma.
Síntomas. A diferencia de la fimosis, no existe imposibilidad de retraer el exceso de piel y tejidos por detrás del glande, sin embargo, secreciones acumuladas mantienen la humedad, dificultan la higiene genital y la micción, favorecen su inflamación y la reproducción de bacterias, lo que predispone a infección local y urinaria. Pacientes con esta condición, tienen mayor predisposición a sufrir parafimosis, alteración caracterizada por el “atascamiento” brusco del prepucio en el surco coronal (base del glande), con imposibilidad de devolverlo a su sitio original y recubrir el glande. El aspecto cosmético del pene, representa otra manifestación clínica que genera gran ansiedad entre los padres. A partir de la adolescencia, producto de la acción de hormonas masculinas, la capa interna del prepucio; rica en glándulas sebáceas, secreta gran cantidad de “sebo” de difícil descarga; el cual precipita al contacto con la orina, produciendo un “material caseoso” (parecido al queso) muy maloliente. En varones sexualmente activos puede afectar el coito, causando un gran estrés psicológico en ellos. Algunos consideran que, el prepucio demasiado largo hace más sensible al glande y puede conducir a la eyaculación precoz en los varones. Existen registros de rechazo por parte de parejas de hombres portadores de esta condición, a algunas prácticas sexuales, en particular a la felación. La difusión sobre la predisposición al cáncer de pene en adultos, por el efecto del esmegma prepucial es amplia.
Tratamiento. La circuncisión es el procedimiento quirúrgico empleado para acortar el prepucio y conseguir que el glande quede completamente expuesto para evitar complicaciones y nuevas cirugías.