El aparente pequeño tamaño del pene en niños de cualquier edad representa motivos frecuentes de consulta al pediatra o al cirujano infantil. Curiosamente, niños que tienen “el pene grande” nunca son llevados a consulta por esta razón. El aspecto de los genitales genera preocupación en sociedades cada vez más hipersexualizadas, donde, no pocas veces, los varones son estigmatizados injustificadamente por el tamaño de los mismos. Existen patrones característicos en el entorno de estos pacientes; no es raro que, sean los abuelos u otros cuidadores quienes insisten que el niño sea valorado por el especialista para “salir de dudas”. No es infrecuente que los padres disimulen la verdadera razón por la que consultan, mientras esperan la reacción y comentarios espontáneos del especialista sobre los genitales de su hijo. La inquietud de la familia surge a cualquier edad; desde el nacimiento hasta la adolescencia. En recién nacidos les angustia que el pene continúe siendo pequeño en el futuro. A “niños mayorcitos”, les inducen dicha inquietud, aún antes de que estos tengan conciencia sobre la genitalidad. Comparaciones de maestros, cuidadores o padres, con niños en edades similares, entre hermanos gemelos, o cuando los genitales de hermanos menores lucen más grandes que los de los mayores; suele ser devastador y, forjar recuerdos que perdurarán y los afectarán en el tiempo. Durante el “despertar sexual” de la adolescencia, se hacen especialmente vulnerables debido a la influencia de la pornografía o, a comparaciones con chicos de la misma edad, sus hermanos mayores o sus mejores amigos, quienes pueden estar transitando por etapas diferentes del desarrollo puberal.
Tabla N° 1 Longitud normal del pene estirado en sujetos normales
Edad Promedio Promedio – 2,5 DE*
Neonatos: 30 semanas 2.5 ± 0,4 1.5
Neonatos: 34 semanas 3.0 ± 0.4 2.0
Neonatos: A término 3.2 ± 0.4 2.5-2.4
0-5 meses 3.9 ± 0.8 1.9
6-12 meses 4.3 ± 0.8 2.3
1-2 años 4.7 ± 0.8 2.6
2-3 años 5.1 ± 2.9 2.9
3-4 años 5.5 ± 0.9 3.3
4-5 años 5.7 ± 0.9 3.5
5-6 años 6.0 ± 0.9 3.8
6-7 años 6.1 ± 0.9 3.9
7-8 años 6.2 ± 1.0 3.7
8-9 años 6.3 ± 1.0 3.8
9-10 años 6.3 ± 1.0 3.8
10-11 años 6.4 ± 1.1 3.7
Adultos 13.3 ± 1.6 9.3
Endocrinology, Custer, J., & Rau, R., The Harriet Lane handbook, 18th ed., 269-300, Copyright Elsevier (2009). *DE: Desviación estándar
Cabe destacar que, los rangos de normalidad en las dimensiones del pene son muy amplios entre hombres, aún entre padres e hijos biológicos o, entre hijos de los mismos padres y madres. Aunque existan diferencias fisiológicas de un hombre a otro, una vez confirmado que el pene se encuentra en el rango normal de las medidas establecidas científicamente (Tabla N°1), su funcionamiento sexual, no debería ser afectado por prejuicios sociales o culturales. Muchas variables deben considerarse antes de cuestionarse sobre la normalidad de estos; entre un hombre y otro, las diferencias en las dimensiones del falo son menos notorias en erección que en flacidez. Por otro lado, la perspectiva sobre el tamaño del pene es diferente si la visualización es directa o indirecta, es decir, a través de espejos o la ropa o, cuando se mira desde arriba o cualquier otro ángulo. En niños en los primeros años y en aquellos con sobrepeso, se disimula su tamaño por acumulación de grasa en encima del pene (pubis). Después de los primeros meses de vida (periodo de mini pubertad), el crecimiento del pene inicia una etapa de letargo, de la cual despertará con el inicio de la pubertad, lo que explica que, niños de edades muy diferentes tengan dimensiones similares; a manera de ejemplo, en condiciones normales la diferencia de longitud entre los 4 y 5 años y, entre los 9 y 10, es de apenas 6 mm (Ver Tabla N°1). No suficiente con ello, cuando se inicia la pubertad el incremento y descenso testicular, antecede durante algunos meses el crecimiento del pene, lo que visualmente hará lucirlo proporcionalmente más pequeño. Más aún, la edad del inicio puberal varía normalmente de un niño a otro entre los 9 y 15 años, de manera que, varones con la misma edad cronológica pueden cursar etapas diferentes del desarrollo hormonal. El pene sólo alcanzará sus medidas definitivas al finalizar la pubertad; aproximadamente 4 años después de haberse iniciado.
El único criterio objetivo para conocer las dimensiones normales del pene es la medición de su longitud (Tabla N°1). Dicha medición es realizada en reposo, sin alargamientos artificiales, midiendo con una regla rígida entre el pubis y el extremo distal del glande (Figura N°1).
Solo la minoría de niños que no alcancen la longitud mínima normal, deben representar motivos de preocupación para padres y médicos y, aún para esta poco probable eventualidad, existen opciones ciertas de ayuda.
Nuestro campo de ejercicio profesional se limita a la infancia y la adolescencia, sin embargo, se tiene la percepción que, muchos de los problemas en la vida sexual de los hombres, en el caso que nos ocupa, derivan de creencias sociales y culturales, por orientaciones inadecuadas originadas desde la infancia. El tamaño del pene, al igual que otras partes del cuerpo, es determinado por los genes y muy poco se puede hacer para modificarlo. En ocasiones, los hombres se hacen blanco de tratamientos que no cumplen sus expectativas y agravan sus conflictos psicológicos, ante el fracaso inminente de los mismos. Investigaciones científicas en adultos, demuestran que, las dimensiones del pene preocupan más a hombres que a mujeres, para quienes el tamaño del falo está muy por debajo de los atractivos físicos que les atraen de aquellos.
Se describirán las enfermedades del varón que afectan el aspecto de sus genitales, de manera de orientar a los padres en cuanto al diagnóstico, pronóstico, opciones de tratamiento y el momento de realizarlo. Es menester mencionar que, en todas estas enfermedades, el abordaje debe ir dirigido al tratamiento integralmente del paciente y no exclusivamente a sus genitales.
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