Los vómitos constituyen la expulsión del contenido gástrico a través de la boca. Representan motivos de consulta frecuentes para el médico general o el pediatra en consultorios y salas de urgencia, además de un motivo de preocupación para los padres. Los vómitos constituyen una manifestación clínica prominente de muchas enfermedades de la infancia y con frecuencia el síntoma principal, sin embargo, no deben interpretarse aislados de las otras manifestaciones clínicas (Ej. fiebre, dolor abdominal, diarrea, cefalea, síntomas respiratorios, etc.). Dentro de los diferentes patrones de presentación de los vómitos, tal vez, el contenido de los mismos sea el más importante, en base a lo cual, se sospechará la gravedad del cuadro y su causa. En este sentido; vómitos escasos, de contenido de alimentos, producidos sin esfuerzo pocos minutos posteriores a la ingesta y, asociados a eructos en recién nacidos y lactantes pequeños, se relacionan con reflujo gastroesofágico. En infecciones y alteraciones médicas o metabólicas, los vómitos casi siempre son de contenido de alimentos, al menos en su inicio. En obstrucciones del intestino son producto de estancamiento; los primeros vómitos son de alimentos y luego con contenido de bilis y, finalmente pueden tomar características similares a las heces (fecaloides), sobre todo cuando transcurren muchas horas y el paciente no es intervenido quirúrgicamente. Vómitos con sangre fresca pueden ser secundarios a trastornos de la coagulación, gastritis, infecciones generalizadas, o traumatismos por el paso de sondas a través de la nariz. Vómitos con mucha fuerza (“en proyectil”), son comunes en niños con hipertensión dentro del cráneo (tumores, traumas, hidrocefalia, meningitis, etc.) o estenosis pilórica (será descrita más tarde).
Como en todas las enfermedades que afectan a los niños, es muy importante relacionarlas con la edad; en recién nacidos y lactantes pequeños, de particular importancia son las que necesitan ser tratadas a través de la cirugía, como la estenosis pilórica hipertrófica. El reflujo gastroesofágico solo requerirá cirugía en casos complicados, sin embargo, merece especial atención por ser una condición habitual en la vida temprana, y por representar un motivo de consulta frecuente. Esta entidad representa la primera causa de vómitos durante el primer año de vida, pudiendo estar presente hasta en un 75% de los niños entre 1 y 4 meses, en 15% a los 7, desapareciendo espontáneamente entre los 12 y 18 meses de edad. Las regurgitaciones no son verdaderos vómitos; representan la devolución del contenido gástrico al esófago, el cual fluye sin esfuerzo a través de la boca, acompañando con frecuencia a los eructos. Padres experimentados pueden detectar la diferencia entre regurgitaciones y vómitos, y pueden identificar y lograr evitar las causas que lo desencadenan, las cuales pueden ocurrir por alimentación rápida, deglución de aire, sobrealimentación o no expulsión de gases, por lo que pueden ser efectivamente controladas al: espesar la leche con pequeñas cantidades de cereal (según indicaciones del pediatra), fraccionar la dieta (porciones más pequeñas administradas con mayor frecuencia), extracción de gases y colocar en posición antirreflujo (vertical o sentada) al menos durante 30 minutos posterior a la alimentación. La presencia de otros síntomas o complicaciones, causadas directamente por el reflujo, es conocida como enfermedad del reflujo gastroesofágico, para cuyo diagnóstico deben considerarse las repercusiones digestivas y extradigestivas. A partir del mes de nacido y hasta los 12 meses, se suman a las anteriores; las invaginaciones intestinales (deslizamiento de un segmento del intestino dentro de otro) y las hernias inguinales complicadas, además de, otras enfermedades tratadas medicamente como gastroenteritis y otras infecciones. En niños en edades preescolar (2-6 años) y escolar (7-12 años), los vómitos como expresión de enfermedades quirúrgicas, están causados principalmente por apendicitis aguda y algunas obstrucciones del intestino.
Se caracteriza por la obstrucción parcial y progresiva de la válvula pilórica que dificulta el paso de leche, del estómago…